-La tendencia a la amplitud de responsabilidad por parte del alumno.
-La descentralidad de los contenidos.
-La incorporación del aula digital.
-La autoregulación de la tarea en grupos pequeños.
-La tendencia a la conformación de matriculas bajas por escuela.
-La producción de trabajos bajo la tutela del docente.
-El abandono de las prácticas de las clases magistrales.
-La incorporación de los padres a la escuela.
-La elaboración de conflictos desde técnicas psicodramáticas y psicosociales.
-La autogestión del tiempo por cada alumno.
-La personalización del aprendizaje.
-El bilingüismo y el multiculturalismo.
-El uso y provecho de las inteligencias múltiples, la asertividad y la inteligencia emocional, el método terapéutico "Terapia Racional Emotiva Conductual" (T.R.E.C).
-El desarrollo de la conciencia de construcción ciudadana y la corresponsabilidad en el cuidado del ambiente.
-El uso de la mayor interactividad posible en todos los ambientes escolares.
-Las propuestas extraescolares por parte del personas activas y ya jubiladas.
Sin embargo, quedan por superar muchos aspectos de la pedagogía tradicional, en las que permanecen vigentes:
-El temor al desbaratamiento de los límites institucionales.
-La desconfianza en el sistema educativo propuesto por una política también marcada por la desigualdad, la injusticia, la corrupción, el mutismo o autismo político para el debate, etc.
-La implementación de programas e incorporación de contenidos en busca del éxito y el perfeccionismo sin la participación de la comunidad.
-Las exigencias desfasadas volcadas a docentes y a alumnos: el timbre, el guardapolvo, la fila recta, los temores hacia los cierres de nota, las presiones hacia a concreción del programa de contenidos, la falta de recursos, las 36hs. de trabajo repartido en más de dos escuelas (incluso separadas por kilómetros).
-La carencia de una enseñanza tendiente a la formación intelectual y experimental, con visión de de proyecto, y capacitando para la publicación de artículos pre-científicos.
Todos aspectos a tener en cuenta al momento de pensar la escuela que queremos.
Desde la investigación educativa que avale ésta reforma en el sistema de enseñanza encontramos a autores reconocidos y experimentados en su especialidad al servicio de éstos propósitos:
Jhon Dewey, María Montessori, Paulo Freire, Zygmunt Bauman, Albert Ellis, Manuel Castells, Daniel Goleman, Howard Gardner, Andrew Salter, Edgar Morin, entre otros.
